Hace tiempo escribimos en nuestro blog, un post acerca de los principios básicos de Pilates. Queremos retomarlo como punto de arranque, y comprometernos que aproximadamente cada semana introduciremos un post nuevo con cuestiones que nos vayan surgiendo en nuestras sesiones y nos resulten interesantes.

Hoy queremos solidarizarnos, con nuestros alumnos primerizos. Es frecuente ver entrar en nuestros centros, alumn@s que no han tenido contacto nunca con el Método Pilates y a veces ni siquiera con la actividad física. Hemos visto el miedo en sus ojos y muchas veces no hemos tenido el tiempo para explicarles en qué consiste la actividad que van a hacer. Hoy venimos a contarles a esos alumnos en qué se basa el movimiento que realizan en nuestras sesiones.

No has hecho Pilates, si no te has encontrado desorientad@ en una sala, con otras personas que se mueven de una forma que a ti te parece antinatural y hablando en un idioma que entiendes pero no comprendes, usando palabras como transverso, escápulas, table top, inhalación, elongación, propiocepción….

Joseph Pilates no creó una Escuela, ni instruyó a formadores ni siquiera enseñó sistemáticamente a alumnos, por lo que el Pilates moderno que conocemos actualmente ha derivado en múltiples escuelas y tendencias, pero la filosofía y los principios básicos de Pilates deben permanecer. Pilates de esta forma se convierte en un método, en una forma de vida, en una visión más amplia que aplicar en tu día a día. Así el fundamento del Método que siempre vas a encontrar en tus sesiones son:

  1. Respiración. No te descubro nada, si te digo que este es un principio básico no sólo del Pilates, si no de la vida misma. Muchas veces les decimos a nuestros alumnos que es el combustible que necesita nuestro organismo, y hoy más que nunca les indicamos que un combustible bien económico. Fíjate si es importante, que es nuestra primera y última acción muscular en la vida. Es por ello que hablaremos en otro post de este principio más profundamente. Pero sólo adelantemos que tener una caja torácica móvil es muy saludable, de lo contrario va a condicionar todo el movimiento de nuestra columna.
  • Centralización. Según casi todas las escuelas, el centro se encuentra  entre la parte baja de las costillas y la parte alta del pubis, es lo que J. Pilates denominó Power House. A través de la respiración conectamos con este principio, y nos ayudará a tener una correcta estabilización, liberando de tensión a otra musculatura encargada del movimiento.
  • Control. La potencia sin control no sirve de nada. En Pilates cada movimiento tiene una razón de ser, nada se deja al azar.
  • Precisión. Se trata de perfeccionar tu habilidad, y este principio no llega sin que lleguen los tres anteriores. Al final es adquirir experiencia. Muchos alumnos, sobre todo cuando están empezando, miran a sus compañeros y comparan sus movimientos con los de ellos y a veces salen perdiendo en esa comparación. Siempre les decimos lo mismo, no pretendas moverte como tu compañero, como tu instructor ni siquiera como ese vídeo que has encontrado en internet en el que Pilates parece un baile. Se trata de encontrar la precisión en TUS movimientos, con la herramienta que dispones que es tu cuerpo.
  • Fluidez. Debes encontrar el movimiento sin tensión y con estabilidad, encontrar el justo equilibrio entre estos conceptos. En Pilates no hay un inicio y un final del movimiento.

Para algunas escuelas, tras estos principios básicos aparecen otros: como la propiocepción, alineación,  concentración…pero de eso ya hablaremos en otro post.

¿Quieres contarnos tu primera experiencia con el pilates?